Esbozo general Los métodos de diagnóstico agrupan el conjunto de medios de identificación de procesos patológicos de toda índole, a partir de la valoración de los síntomas y de los signos presentados por el paciente. En este sentido es necesario precisar la diferencia existente entre síntoma y signos. Los primeros son todos aquellos cambios funcionales del organismo que son percibidos por el propio enfermo. Se cuentan entre los más habituales la fiebre, la pérdida del apetito, el dolor en todas sus posibles manifestaciones, la insuficiencia respiratoria y la fatiga. Por su parte, los signos son las alteraciones que tienen lugar en un organismo y que, aunque en algunos casos pueden también ser referidas por el paciente, son detectadas experimentalmente por el médico. En este contexto se sitúan todas las determinaciones de análisis clínico sobre sangre, saliva, orina, líquido cefalorraquídeo, etc.