Características morfológicas En el adulto humano, el órgano está situado por debajo del diafragma y ocupa la parte más alta de la cavidad abdominal, en el hipocondrio derecho, hasta alcanzar el margen cartilaginoso de la séptima y octava costillas. Su forma es la de un segmento superior ovoide, de color rojo oscuro. En él se aprecian tres caras: una superior o diafragmática, una inferior o visceral y una posterior. La primera se ubica inmediatamente debajo del diafragma y el ligamento falciforme la divide en dos partes: el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo. La cara inferior es plana y está dividida por tres surcos que le dan la forma de H. En la parte anterior del surco derecho se encuentra la vesícula biliar, saco membranoso que contiene la bilis, y en la parte anterior del surco izquierdo está situado el ligamento redondo, resto de la vena umbilical. El surco transverso está determinado por el hilio del hígado, por donde salen y entran todos los vasos con excepción de las venas hepáticas. Los surcos citados dividen la superficie inferior del órgano en cuatro lóbulos: el lóbulo derecho o cuadrilátero, el lóbulo izquierdo o triangular, el lóbulo cuadrado, situado en la parte delantera del hilio, y el lóbulo caudado o de Spiegel, en su parte posterior. La superficie externa está revestida en su mayor parte por el peritoneo, que forma los ligamentos que lo unen a la pared abdominal y a las vísceras vecinas. Posee, además, una envoltura propia, formada por la cápsula de Glisson que reviste todo el órgano sin interrupción alguna, y en las proximidades del hilio envuelve la arteria hepática, la vena porta, el conducto hepático e incluso los nervios.