Los niños que sufren infecciones respiratorias tempranamente en su vida tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades atópicas a lo largo de su vida. En la década de los ochenta y los noventa del siglo pasado aumentaron la prevalencia de enfermedades atópicas (relacionadas con fenómenos alérgicos, como el asma, la dermatitis atópica o rinitis alérgica) en los países desarrollados, fundamentalmente por cambios ambientales a pesar de la gran carga genética de estas enfermedades. Algunos de esos factores han sido cambios en la dieta, exposición a un gran número de alergenos, alteración de hábitos de vida y, recientemente, disminución de la exposición a muchas enfermedades infecciosas por una mejora de las condiciones de higiene y de programas de vacunación. Esto último se postula que es debido a que sufrir enfermedades infecciosas en la infancia parece proteger de los fenómenos alérgicos y de atopia, pues la respuesta inmune contra estas enfermedades hace que se...